¿Inducción, vitro o gas? Algunos consejos

Cuando elegimos los electrodomésticos de nuestra cocina, puede que la parte más complicada sea la elección de la placa, la que podemos considerar el corazón de la cocina. Tenemos 3 opciones principales en tipo de sistema utilizado, como son la inducción, la vitro y el gas. A día de hoy la diferencia de precio entre estas opciones es mínima, por lo que nos tendremos que centrar en las ventajas de cada una de ellas frente a sus rivales para elegir tu mejor opción.

Placas de gas

La primera opción que vamos a ver es la del gas, ya sea butano o gas ciudad. Un tipo de placa con aire más clasico, y que quizás no a todo el mundo agrade su apariencia y diseño en línea contraria a loa diseños modernos que se suelen vender más. Sin embargo suele ser más efectiva para cocinar.

Principalmente nos encontramos con 4 ventajas de las placas de gas que hacen de ésta una buena opción:

  • Tardan menos en calentar los recipientes
  • Menor consumo de energía
  • Se pueden usar distintos tipos de recipientes
  • Ideales para platos de toda la vida (guisos, potajes. arroces…)

Pero no todo son ventajas, y también tenemos que tener en cuenta sus inconvenientes con respecto al resto de opciones:

  • Aunque la superficie es lisa los quemadores la hacen más difícil de limpiar
  • El gas es más delicado ante una posible fuga por fallo o despiste

Esta opción es interesante ya que las ventajas pesan más que los inconvenientes.  Pero tendrás que tener en cuenta el uso habitual que hagas de la misma para decidir si es tu mejor opción. Y es que realizar una comida con gas suele ser más cómodo por las circunstancias que antes hemos mencionado y desde un punto de vista algo subjetivo se obtiene un mejor sabor.

Placas de inducción

En este caso estamos hablando de la opción más moderna de las que tratamos en este artículo. Y también eso influye en un precio superior. Aunque su aspecto es similar al de las placas vitrocerámias clásicas, se distinguen de éstas por el funcionamiento y algunas ventajas que nos ofrecen.

A diferencias de las «vitro», las de inducción funcionan por medio de la generación de un campo magnético que en contacto con un recipiente metálico, hace que este se caliente. La diferencia es que se calienta el recipiente, pero la placa no genera calor residual, un calor que no se aprovecha.

Al ser más eficientes permiten ahorrar energía y dinero. Además son más seguras, puesto que no nos podemos quemar si ponemos la mano encima. Veamos cuales son sus ventajas:

  • Tardan menos en calentar
  • Gastan menos energía
  • Son más seguras, pues sólo calientan el recipiente mientras el cristal permanece frío
  • En función de lo anterior, son más fáciles de limpiar limpieza sea facilísima.
  • Además son programables

Pero como en el caso de las placas de gas, también hay inconvenientes:

  • Se trata de la opción más costosa económicamente
  • Sólo se pueden usar con determinado tipo de menaje compatible (olvídate de usar sartenes o cacerolas de aluminio o de barro).
  • Si eres de guisos tradicionales, no es la opción más indicada

Placas vitrocerámicas

Y veamos la tercera opción. Se trata de una opción intermedia entre la inducción y el gas y es el tipo de cocina que podemos encontrar con más frecuencia.

Se trata un tipo de placa que se basa en la generación de calor por medio de unas resistencias eléctricas situadas bajo el cristal vitrocerámico. Estas resistencias calientan el cristal y ésta transmite su calor al recipiente que colocamos encima.

La diferencia además con la inducción es que el calor no sólo afecta al recipiente, sino a todo lo que pongamos sobre el cristal de forma que nos podemos quemar hasta un rato después de haberla apagado y si se derrama cualquier contenido puede quedar frito con el calor con lo que dificulta la limpieza. Es un tipo de solución que presenta una serie de ventajas:

  • Más baratas que las cocinas de inducción.
  • Si las limpiamos frecuentemente son más «curiosas» que las cocinas de gas pero menos que las de inducción
  • Compatibles con gran cantidad de recipientes por materiales (soporta hierro, barro, aluminio…)
  • Conservan bien el calor residual así que podemos apargarlas y siguen guisando con el calor que queda

Pero claro, dichas las ventajas, también toca ver cuales son las desventajas que ofrecen:

  • Tardan más en calentarse y enfriarse
  • En función de lo anterior consumen más electricidad y al precio al que está la luz…
  • Hay que limpiarlas con productos especiales para que no se rayen

Esta claro que a la hora de elegir cada usuario es un mundo y deberá elegir no sólo en función del presupuesto con el que cuente o el diseño que vaya a tener su cocina. Deberá afrontar también qué tipo de uso le va a dar a la placa para elegir la que más se ajuste a sus necesidades.

Contacta con nosotros y le asesoraremos, no sólo del tipo de placa más recomendada para usted y el uso que va a hacer de ellas, sino de los mejores modelos dentro de su presupuesto.

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